Inactivo por Selectividad hasta, probablemente, finales de junio.

domingo, 12 de julio de 2015

Diecisiete | Capítulo 4: Filosofía

Cerramos el fin de semana con el cuarto capítulo de mi novela: Diecisiete. Antes de leer, me gustaría agradecer gratamente a las personas que seguís la historia en el blog y que tenéis unos comentarios tan positivos que me satisfacen mucho, de verdad. 
Luego, deciros que, a partir de la semana que viene, va a haber muchas entradas en el blog. Intentaré que sea una por semana, aunque no prometo nada. Habrá una entrevista a una escritora procedente de un magacín, algún In My Mailbox, con mis nuevas adquisiciones de este mes, crónicas de mis vacaciones y el capítulo semanal de #Diecisiete. No faltará la reseña de un libro de Àngel Brugas, prestado (¿o regalado?) por mi profesor de lengua castellana. Desde aquí, le mando un fuerte abrazo. 

La semana que viene, el quinto capítulo. Ahora, un poco de Filosofía.



Capítulo 4 Filosofía
            Siguen las conversaciones con Ainara. He hablado un montón              con ella, tanto escribiendo como por audios.
No tengo palabras… Coincidimos en tantas cosas, pero nos separa los 600 km de distancia.
Vamos a cumplir una semana de nuestra amistad y todo va viento en popa. Las experiencias pasadas que tuvimos, las opiniones que tenemos sobre la sociedad de hoy en día, las lecturas que nos gustan, el atletismo como el deporte en común…
¿He encontrado mi alma gemela a seiscientos kilómetros? ¿Las amistades están más lejos de lo que creemos? ¿Estamos unidos, a pesar de lo que dista su pueblo con el mío?
¿Qué somos? ¿Quiénes somos?
Para mí, Ainara es mi amiga, como yo lo soy para ella. Nos encanta la forma de hablar de los dos… Constantemente, solemos elogiar nuestras palabras porque coinciden con la opinión del otro…
Ella me saluda primera cada día y yo le devuelvo el saludo. Antes me definía como alguien solitario. Ahora me siento totalmente cómodo al hablar con ella… Es alguien tan especial… No hay palabras…
Me hago muchas preguntas con múltiples respuestas. Sin embargo, la adolescencia me impide responder con una idea clara.
Las hormonas nos afectan mucho, muchísimo. No lo sé. Esa es la muletilla de cada día. “No sé si me entiendes” también es una de esas acérrimas expresiones que frecuento.
¿Soy ignorante por preguntar y por no saber responder? ¿Soy sabio, por el simple hecho de preguntar?
La respuesta es una palabra griega: filosofía, que significa “amor por la sabiduría”.
¿Ainara y yo somos filósofos en potencia o simples jóvenes en este momento? Yo creo que sí.
¿Somos maduros? Opino que falta mucho por aprender.

¡Hasta mañana, lectores! Besos y abrazos desde Tàrrega.

4 comentarios:

  1. Me encanta el final, está muy bien pensado *-* Bueno, y toda la historia en sí:3 Un beso :)

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  2. Tengo muchas ganas de leer toda la novela!!

    Por cierto, te he nominado al booktag del pingüino <3

    http://elpinguinolector.blogspot.com.es/2015/07/booktag-6-el-booktag-del-pinguino.html

    Nos leemos :-)

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  3. Muchas gracias, Irene. Espero que así sea.

    Muchas gracias. ¡Nos leemos!

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