Hola chicos, soy Iñaki Bécquer, ¿qué tal? Ayer no hice la sección por razones académicas y ahora lo voy a hacer. Así que empezamos. Voy a hablar sobre el origen de las musas:
Según la tradición griega más antigua, las musas eran nueve divinidades que alegraban con sus cánticos los dioses olímpicos, las residencias celestiales. La madre era la titánide Mnemósine, la personificación de la memoria, hija de Urano y Gea, con quién Zeus se unió durante nueve noches consecutivas en el Olimpo. Según otras tradiciones, las musas habitaban en el Helicón o en el Parnaso, juntamente con el oráculo de Delfos, bajo la tutela del dios Apolo, que por esta función era conocido por el sobrenombre de Musageta.
Cada una simbolizaba una de las artes o uno de los placeres humanos, como indica el significado de sus nombres:
Clio: la que proporciona fama, es la musa de la historia.
Euterpe: la que proporciona una gran delectación, es la musa de la música.
Talia: la que florece, es la musa de la comedia.
Melpómene: la que canta, es la musa de la tragedia.
Terpsícore: la que deleita con el baile, es la musa de la danza.
Erato: la amorosa, es la musa de la poesía lírica.
Polimnia: la de muchos himnos, es la musa de los cantos sagrados, y, según otras versiones, de la geometría.
Urania: la celestial, es la musa de la astronomía.
Calíope: la de la voz bella, es la musa de la poesía épica.
No se dedicaban tan solo a endulzar la vida de los dioses, sino que como explica el poeta Hesíodo, también ayudaban los reyes mortales, con sus consejos prudentes, especialmente Calíope.
Hasta aquí, lo que dejé para ayer. Mañana haré lo que tendría que hacer hoy, con artículos alternativos y también "Capítulos finales", lo que se supone que haré mañana.
¡Feliz fin de semana!
Iñaki Bécquer
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