"El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino querer lo que se hace".
Lev Tolstói (1828-1910)
El escritor ruso poseía muchas facultades y también, algunos defectos. Era un escritor egocéntrico e histriónico. Pero sobresaltaba por su detallismo. Algunas de sus obras son claros ejemplos de esta característica: como Guerra y Paz y Ana Karenina. Asimismo, buscaba la verdad en todo. Por ejemplo, en Ana Karenina, hilvana la situación de tres parejas y a la vez, se queja de los regímenes instaurados en aquella época como el régimen de servidumbre, la situación de la aristocracia... En Guerra y Paz, da voz al autor, y nos da a conocer algunos comentarios que se hacen de las tácticas militares.
Todas estas historias, no han sido fruto de su imaginación, sino de su vida misma. Más bien era una necesidad. También se planteó el siguiente dilema: ¿Qué es el arte?. En aquella época, era común de los aristócratas, pero él se defendía: "El arte verdadero debe ser universal".
Cabe destacar que el género más destacado de sus obras, fue el relato. Despuntaron: Donde hay amor está Dios o La muerte de Iván Ilich. Sus experiencias y cavilaciones eran escritas en sus Diarios.
Ya por último destaco otra frase que define el significado que tiene según él:
"El arte es una suerte de contagio mágico y esencial, que permite que los hombres nos comuniquemos, nos comprendamos y nos conmovamos".
Fuente: La Voz de Galicia
¡Hasta otra entrada!
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