Luego, deciros que, a partir de la semana que viene, va a haber muchas entradas en el blog. Intentaré que sea una por semana, aunque no prometo nada. Habrá una entrevista a una escritora procedente de un magacín, algún In My Mailbox, con mis nuevas adquisiciones de este mes, crónicas de mis vacaciones y el capítulo semanal de #Diecisiete. No faltará la reseña de un libro de Àngel Brugas, prestado (¿o regalado?) por mi profesor de lengua castellana. Desde aquí, le mando un fuerte abrazo.
La semana que viene, el quinto capítulo. Ahora, un poco de Filosofía.
Capítulo
4 Filosofía
Siguen las conversaciones con
Ainara. He hablado un montón con ella, tanto escribiendo como
por audios.
No
tengo palabras… Coincidimos en tantas cosas, pero nos separa los 600 km de
distancia.
Vamos
a cumplir una semana de nuestra amistad y todo va viento en popa. Las
experiencias pasadas que tuvimos, las opiniones que tenemos sobre la sociedad
de hoy en día, las lecturas que nos gustan, el atletismo como el deporte en
común…
¿He
encontrado mi alma gemela a seiscientos kilómetros? ¿Las amistades están más
lejos de lo que creemos? ¿Estamos unidos, a pesar de lo que dista su pueblo con
el mío?
¿Qué
somos? ¿Quiénes somos?
Para
mí, Ainara es mi amiga, como yo lo soy para ella. Nos encanta la forma de
hablar de los dos… Constantemente, solemos elogiar nuestras palabras porque
coinciden con la opinión del otro…
Ella
me saluda primera cada día y yo le devuelvo el saludo. Antes me definía como
alguien solitario. Ahora me siento totalmente cómodo al hablar con ella… Es
alguien tan especial… No hay palabras…
Me
hago muchas preguntas con múltiples respuestas. Sin embargo, la adolescencia me
impide responder con una idea clara.
Las
hormonas nos afectan mucho, muchísimo. No lo sé. Esa es la muletilla de cada
día. “No sé si me entiendes” también es una de esas acérrimas expresiones que
frecuento.
¿Soy
ignorante por preguntar y por no saber responder? ¿Soy sabio, por el simple
hecho de preguntar?
La
respuesta es una palabra griega: filosofía,
que significa “amor por la sabiduría”.
¿Ainara
y yo somos filósofos en potencia o simples jóvenes en este momento? Yo creo que
sí.
¿Somos maduros? Opino que falta mucho
por aprender.
¡Hasta mañana, lectores! Besos y abrazos desde Tàrrega.
Me encanta el final, está muy bien pensado *-* Bueno, y toda la historia en sí:3 Un beso :)
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Un beso :*
EliminarTengo muchas ganas de leer toda la novela!!
ResponderEliminarPor cierto, te he nominado al booktag del pingüino <3
http://elpinguinolector.blogspot.com.es/2015/07/booktag-6-el-booktag-del-pinguino.html
Nos leemos :-)
Muchas gracias, Irene. Espero que así sea.
ResponderEliminarMuchas gracias. ¡Nos leemos!